Por el orgullo de mi padre
El día que murió mi
padre, sentía un gran dolor en mi pecho, sentía que todo por lo que había
luchado mi padre podría llegar a perderse, así que hice una promesa, le prometí
a mi padre que lucharía por el castillo así fuera con mi propia vida porque era
lo único que tenía de él, era lo único que me quedaba.
Cuando el
ejército británico se enteró de la muerte de mi padre, enviaron un mensajero
para que solicitáramos nuestro rendimiento, yo muy decidida al darme cuenta de
esto veía mi respuesta clara, porque para mí rendirnos no era una opción, pero
cuando escuche que el general quería aceptar la solicitud, sentí que era el
fin, vi todo por acabado pero no podía aceptar que todo acabara así, a lo que
le pedí al general que reconsidera su decisión, que no podíamos rendirnos así
de fácil sin siquiera luchar que eso no era lo que hubiera querido mi padre,
que él no se hubiera rendido así de fácil.
Cuando los
ingleses vieron la respuesta que dimos, se pusieron enfrente del castillo junto
con unos solados disque para meterle miedo a nuestros defensores, la verdad,
aunque el miedo nos rodeara hasta el último pelo de nuestro cuerpo todos
estábamos decididos a dar la pelea de nuestra vida.
Lo primero que
pensé fue meterles un cañonazo, pero tuve que pedirle permiso al general, lo bueno
es que me dijo que si podía meterles el cañonazo, tenía miedo, tenía miedo de
fallar la bala, pero, ya habíamos llegado muy lejos como para estar de
indecisa, entonces mientras mi cabeza recordaba los entrenamientos que me daba
mi padre, logre disparar, mientras lo recuerdo sigo agradecida de que ese bala
fuera bien porque con orgullo recuerdo que ese disparo disperso a los enemigos
y logre matar al comandante y herir a varios más así que no pudieron seguir en la lucha, ganamos
la batalla.
Cuando logre ver
que todos nuestros esfuerzos por proteger el castillo habían dado frutos, que
la promesa de mi padre había sido cumplida, llore, llore de la felicidad, ya
que las personas que habían hecho la misma promesa que yo, podrían ver a sus
familias, abrazarlas y decirles que lo feliz que estaban de volver a verlas,
que ninguno de nosotros se arrepintió durante la batalla. Cada uno dio lo que
pudo y por esa razón pudimos ganar la batalla.
Me gustó mucho esta información, felicidades chicos!
ResponderEliminarMuy bueno chicos! Interesante.
ResponderEliminarQue buena esta información para poder informarnos
ResponderEliminarexcelente informacion
ResponderEliminarFascinante.
ResponderEliminarMuy bien.
ResponderEliminarMaravillosa información, gracias.
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